Y ya en la tarde del domingo, mientras esperaba la salida de mi AVE de vuelta a las 20 horas, me encontre triste, solo y compungido por las calles de la ciudad por diversas circunstancias que me impidieron la realizacion de mi plan principal que era quedar a tomar algo con alguna de mis amistades blogueras en aquella ciudad (ardelia y/o la rubia, por ejemplo) y por ende de cualquier plan auxiliar que se me hubiera podido ocurrir...
Nadie tiene la culpa y soy plenamente consciente de ello; pero no pude evitar sentirme pequeño e insignificante en mi triste soledad, y aun ahora me siento muy poquita cosa.
Los findes en Sevilla, solian ser (en cualquiera de las otras diversas ocasiones en que he ido) geniales como minimo; y esta vez en cambio ha sido de lo mas normalito... sí, mis amigos se han portado de lujo, sobre todo a raiz de conocer mi gran despiste (aunque tambien han tenido su mas que generosa racion de cachondeito con motivo de ello); pero esta vez no me he vuelto con la sensacion de que ha merecido la pena la escapada, como en tantas otras veces...
Y aqui me encuentro yo, esta mañana, contandole la odisea a la churri (al final nos haremos buenos amigos y todo, ya veras...) y la pobre leyendome con resignacion mientras nos cuenta en su blog lo distinto que ha resultado su finde del mio... (gracias churri ¡!)
Y yo hoy, no puedo evitar seguir sintiendome regular; se me pasara, no hay que preocuparse, pero no me resisto a compartirlo con vosotros...
Por suerte, hubo algo que salvo el desastre de fin de semana que llegaba a su fin...
Una llamada de telefono que me devolvio la ilusion que a lo largo de las ultimas 48 horas habia ido perdiendo cual globito con un agujerito insignificante e inapreciable que parece que no afecta a la integridad global del globo, pero con certeza es la causa de una lenta pero segura muerte al final; a ti que con tu risa, tu alegria y tu siempre agradable conversacion me sacaste de mi propio agujero: GRACIAS ¡!
http://facebookiniciosesionzorionak.blogspot.com/
Nadie tiene la culpa y soy plenamente consciente de ello; pero no pude evitar sentirme pequeño e insignificante en mi triste soledad, y aun ahora me siento muy poquita cosa.
Los findes en Sevilla, solian ser (en cualquiera de las otras diversas ocasiones en que he ido) geniales como minimo; y esta vez en cambio ha sido de lo mas normalito... sí, mis amigos se han portado de lujo, sobre todo a raiz de conocer mi gran despiste (aunque tambien han tenido su mas que generosa racion de cachondeito con motivo de ello); pero esta vez no me he vuelto con la sensacion de que ha merecido la pena la escapada, como en tantas otras veces...
Y aqui me encuentro yo, esta mañana, contandole la odisea a la churri (al final nos haremos buenos amigos y todo, ya veras...) y la pobre leyendome con resignacion mientras nos cuenta en su blog lo distinto que ha resultado su finde del mio... (gracias churri ¡!)
Y yo hoy, no puedo evitar seguir sintiendome regular; se me pasara, no hay que preocuparse, pero no me resisto a compartirlo con vosotros...
Por suerte, hubo algo que salvo el desastre de fin de semana que llegaba a su fin...
Una llamada de telefono que me devolvio la ilusion que a lo largo de las ultimas 48 horas habia ido perdiendo cual globito con un agujerito insignificante e inapreciable que parece que no afecta a la integridad global del globo, pero con certeza es la causa de una lenta pero segura muerte al final; a ti que con tu risa, tu alegria y tu siempre agradable conversacion me sacaste de mi propio agujero: GRACIAS ¡!
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